El atractivo es una combinación entre el fondeo y la forma, una coherencia entre lo visible y lo esencial, una proyección de eso que somos, un espejo de lo que deseamos, una luz que atrae la atención solo por el hecho de autentificar nuestra diferencia.
Las apariencias, quizás es una llave temporal, un principio que apela a los sentidos, pero que sin embargo, pierde poder en la medida que el envoltorio no es sustentado con un contenido.
El mayor atractivo de un ser humano es la capacidad de ser autentico y mediante esa autenticidad proyectar seguridad desde la diferencia con la cual hemos venido a colaborar en la construcción de una nueva realidad.
Esto es solo una fragmento de un curso único en su tipo, desde donde se pretende reprogramar, desaprender con la finalidad de cambiar, al fin y al cabo una de las razones por la cual existimos es para cambiar y transformar.
PNL: conversación transformacional & negociación efectiva